BASF aumenta los petaflops con el nuevo hardware Quriosity HPE

BASF ha comenzado a ejecutar cargas de trabajo de computación de alto rendimiento (HPC) en una máquina con tecnología AMD, que se cree que es la supercomputadora más grande del mundo para la investigación química industrial.

La última supercomputadora Quriosity se instaló en el sitio Ludwigshafen de BASF en Alemania. Tiene una potencia de 3 petaflops, en comparación con la máquina de 1,75 petaflops a la que reemplaza. La supercomputadora Quriosity original se implementó en BASF en 2017 y desde entonces ha realizado un promedio de 20 000 tareas por día y es utilizada por más de 400 empleados en todo el mundo.

Según Melanie Maas-Brunner, directora de tecnología de BASF, en la actualidad se requiere una potencia informática superior a la media para elaborar las estructuras poliméricas más prometedoras entre miles de posibilidades.

“Durante los últimos cinco años, hemos trabajado con mucho éxito en todo el mundo con nuestra supercomputadora Quriosity. Nos permitió acortar considerablemente el tiempo de desarrollo de moléculas y compuestos químicos innovadores y, por lo tanto, acelerar el lanzamiento al mercado de nuevos productos”, dijo. “Pero la capacidad informática ya no era suficiente. Además, la complejidad de nuestros proyectos de investigación y, por lo tanto, las exigencias de la supercomputadora han aumentado. Por lo tanto, decidimos invertir en una nueva computadora de alto rendimiento”.

BASF afirmó que los cálculos que habrían tomado alrededor de un año en el pasado pueden ser realizados por una supercomputadora en solo unos días. “El modelado, los experimentos virtuales y las simulaciones son cada vez más complejos y requieren más poder de cómputo. Con la nueva supercomputadora, que es aproximadamente el doble de rápida, ahora podemos proporcionar a nuestros investigadores la potencia informática necesaria”, agregó Maas-Brunner.

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Además, Maas-Brunner dijo que el nuevo hardware ofrece a BASF la capacidad de reducir los tiempos de desarrollo de productos: “Pudimos identificar y utilizar conexiones previamente ocultas para impulsar enfoques de investigación completamente nuevos”.

Una de las áreas de aplicación es la capacidad de ejecutar simulaciones complejas en Quriosity para ayudar a los investigadores a comprender mejor la composición de los productos de cuidado personal. BASF dijo que las simulaciones también ayudan a planificar y optimizar los procesos de reacción. Por ejemplo, se puede simular la distribución de sustancias y la temperatura en un reactor y esta información se puede utilizar para mejorar continuamente la producción.

Construida por Hewlett Packard Enterprise (HPE), la supercomputadora utiliza procesadores AMD (CPU) y emplea un nuevo enfoque para la refrigeración. El sistema absorbe el calor directamente donde se genera en la supercomputadora y lo transporta, lo que, según BASF, reduce significativamente la energía requerida y, por lo tanto, los costos operativos.

La supercomputadora anterior está siendo reciclada por HPE, con un 95 % para ser renovado.

BASF también planea usar el poder de la computación en la nube. “Esta solución híbrida nos ofrece la mejor flexibilidad técnica y operativa posible”, dijo Maas-Brunner. “Nos permite manejar solicitudes que requieren una potencia de procesamiento excepcionalmente grande, así como trabajar en tareas especiales para las que nuestra propia supercomputadora no está diseñada”.

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